1/03/2020

LISTA, SI! LISTA, NO!

Queridos Dirtys,

Ha empezado un nuevo año. ¡2020! ¿Estáis saltando?

Ains, nos espera un número bonito y un año bisiesto. Tendremos 29 de febrero y un día más para tratar de hacer las cosas bien. Aunque seguro que la cagamos igualmente. Al menos yo, que tiendo a ser un puto desastre.

Todos tenemos pequeños rituales al comienzo del año. Costumbres que nos hacen diferentes a los demás y a la vez muy iguales.

¿Lista de propósitos? ¿Ya habéis escrito la vuestra?

Particularmente soy la chica de las listas. ¿O tendría que decir era?

Lista de la compra, lista de poemas y frases imprescindibles, lista de canciones en las que me refugio cuando tengo el día gris (basta echarle un vistazo a mi móvil, ahí están casi todas), lista de novelas por escribir con su orden de prioridad, lista de lugares a los que viajar, lista de sueños por cumplir...

Y sin embargo, este año, la chica de las listas no ha escrito sus propósitos del año 2020.

Ni siquiera el primer relato del año tras comer las uvas. ¡Estoy perdiendo facultades! O quizás ilusión...

Quizás porque he acabado el 2019 un poco melancólica, quizás porque me estoy volviendo más realista y estoy perdiendo parte de mi esencia soñadora, quizás porque tengo el presentimiento de que es mejor no escribir nada para no sentirme decepcionada al no poder conseguir lo que tanto deseo cuando acabe el año y me de por hacer recuento.

Unos se apuntan al gimnasio y empiezan las dietas. ¿Para qué si a los dos días abandonan? Mejor ir cuando se quiera y punto.
Otros apuntamos todo lo que queremos conseguir, lo que queremos dejar de hacer, los que queremos cambiar porque no nos gusta de nosotros, para que así, al escribirlo, nos dé fuerzas para luchar por ello, y al final nos decepcionamos al no conseguirlo.

Así que este año he decidido no apuntar nada.

Voy a dejar que las cosas fluyan. Que aparezcan los sueños que quieran hacerse realidad, que cambie lo que tenga que cambiar, que me ilumine las sonrisas lo que me tenga que iluminar y quizás así todo sea más fácil, menos doloroso y resulte más increíble.

Y mirad que me cuesta. Que soy Libra, que tengo que encontrar siempre el equilibrio, que me gusta tenerlo todo atado y planeado...

Pero es que recientemente he aprendido que los planes improvisados, esos que comienzan con un: «dime: ¡vente! y estoy ahí en 10 minutos». O con un «Estás libre? Desayunamos?» Son mucho mejores. Porque siempre salen bien.

Así que lo siento por esa parte de mí que ansía tenerlo todo bajo control, porque este 2020 me voy a dedicar a ser REBELDE. A dejar fluir el agua. «Be water, my friend», como decía Bruce...

Presiento que así voy a sonreír mucho más...

¿Os apuntáis conmigo a no apuntar los propósitos para este año?

¿Hacemos recuento de todo lo bueno en 2021?

Si seguís leyéndome entonces es para daros un premio ;-P

Un beso muy Dirty!!