¿Vosotros estáis exprimiendo cada segundo?
Ya habéis apuntado en vuestra agenda los propósitos de este nuevo año?
Esta Dirty Thirty se ha propuesto VIVIR más y soñar menos.
Porque sí, lo de soñar está muy bien, nos mantiene alerta y despiertos, pero lo que no está tan bien es dejar de vivir para soñar sueños y no permitir nuestras realidades.
He empezado el 2018 con muchas ganas y a lo loco. Sin cadenas y sin miedos. Y por ello me he lanzado sin paracaídas, a exprimir la vida segundo a segundo, bocado a bocado. ¡Que ya me tocaba, joder!
Por fin he encontrado mi lugar en el mundo, después de varios meses a la deriva, con altibajos emocionales fluctuando dentro de mí y a mi alrededor. ¡Qué jodido tenía el karma!
Ahora sé que todo lo que llegue será para sumar y no para restar. Que no haré nada que no quiera hacer por complacer a los demás, que ya se terminó la Rebeca dócil.
Por fin me quité todo lo tóxico que me rodeaba y estoy caminando como siempre quise. Pero no de boca, como meses atrás, sino de hechos.
Sonriente, como me gusta y como le encanta a los que me quieren de verdad. Porque nada en la vida merece la pena lo suficiente como para quebrarte la sonrisa.
Observando todo mi alrededor con los ojos de una niña a la que le queda mucho por descubrir y experimentar.
Lanzándome al vacío en busca del sí o el no, sin miedo al fracaso. Sé que puedo con lo que venga porque he superado cosas peores que una negación. Y soy de esas impacientes que lleva muy mal la incertidumbre.
Aprendiendo a hacer malabares con el tiempo para poder compaginar trabajo, Kick Boxing, escritura y salir de fiesta.
Porque ¿sabéis qué? Los bares también abren entre semana y se disfruta mucho más. Mi agobio de Nochevieja os le voy a ahorrar, pero eso sí me lo pasé de puta madre.
Y sabéis que…no pasa nada si no se entrena toda la semana a full hasta el agotamiento mental, ni se lleva una dieta fit a rajatabla, porque las pizzas y las cervezas están muy ricas. Y la celulitis o los kilos de más no marcan que te quieran más o menos, eres tú la que te tienes que querer.
Y yo ahora me quiero y me amo, independientemente de mi físico, porque ahora si soy la mujer que siempre quise ser. Ahora no necesito silenciar complejos ni dudas, ni idioteces como meses y años atrás.
Ahora estoy sintiendo que hay momentos en los que me llena mucho más una cerveza o un café con las personas que quiero que escribir historias de finales felices, porque ahora es mi vida la que vivo y no la que sueño entre letras.
Ya no necesito refugiarme en un papel en los momentos de soledad, porque salgo a vivir la vida que se me estaba escapando a pasos agigantados.
No os penséis que voy a dejar de escribir…Os prometo que el 2018 también será mi año literario, pero ahora digamos que tengo otras prioridades. Seguir trabajando, ganar dinero, irme a vivir de alquiler, sacarme el carnet de conducir, pero sobre todo: Pasar tiempo con las personas a las que quiero.
¿Quién pensó que no me había propuesto metas?
Ahora vivo cambiando de piel a cada día vivido, acoplándome al ambiente y a las personas que me rodean, volviéndome loca sin importarme el qué dirán, bailando una canción de reggaetón en un coche o en una pizzería, sin complejos al dejar salir mi vena más crazy. Desatándome, quitándome ese disfraz de seriedad que durante tanto tiempo me implanté, siendo como una adolescente loca en el cuerpo de una treintañera. Viviendo ahora esa veintena que a instantes no exprimí.
Percibiendo cada nota musical de mis bandas preferidas, mirando al cielo estrellado de vuelta a casa en mitad de la noche mientras me van reconstruyendo y cicatrizando las piezas de mi corazón que puedan agrietarse con el frío o más bien con la ausencia de calor. Sintiéndome afortunada porque estoy en el hogar que siempre quise estar.
Siendo sincera el 100% del tiempo, tanto conmigo misma como con los demás. Porque vivir una irrealidad es una gran putada. La hostia cuando te caes es inmensa, ¡de verdad! ¡Y que no os mientan! Nadie está ahí para cogerte o agarrarte. Hay caminos que tenemos que hacer solos, aunque sean difíciles, aunque nos duelan.
Trabajar, dormir, vivir, entrenar, sonreír, salir, beber, disfrutar de la soledad, sonreír, sentir, ¿he dicho ya sonreír?...
A seguir palpitando nuevos intentos para que cada día sea una nueva oportunidad para hacer algo distinto. Encontrar ese equilibrio entre rutina y novedad para que nunca me vuelva agobiar al sentir que el tiempo se me va sin hacer nada de verdad con mi vida, para que el paso de los minutos en el reloj ni lastimen ni arañen.
¡Os invito a exprimir cada segundo!
¡Veréis como las energías os fallan! Pero se siente tan bien cuando te das cuenta de que por fin estás apurando cada sorbito de tu existencia…
NO tengáis miedo a vivir, a sentir, a expresar vuestros sentimientos, a decir “Me gustas” aunque os digan que no, a desatar vuestro loco interior y bailar en mitad de la calle o bajo la lluvia, que os importen una mierda las miradas de asombro o los comentarios jocosos. Sonreíd! Sonreíd! Con todas vuestras ganas.
Porque permitidme que os recuerde que los momentos de lágrimas siempre están al acecho para llegar en el momento más inoportuno.
Así que…
AIREEEEEE!!
¡Comeos el mundo antes que el mundo os coma a vosotros!
¡Un abrazo escarcha, Dirtys!
No encuentro palabras para poder decir que me encanta sin decir simplemente FABULOSO, esa es la actitud que todos deberíamos apoyar y querer siempre en las personas que nos rodean 😉
ResponderEliminarBravo beka.
No encuentro palabras para poder decir que me encanta sin decir simplemente FABULOSO, esa es la actitud que todos deberíamos apoyar y querer siempre en las personas que nos rodean 😉
ResponderEliminarBravo beka.